Las baterías de litio experimentan una caída significativa en el rendimiento en entornos fríos. Esto se debe principalmente a las características fundamentales de sus reacciones químicas. Los problemas clave incluyen:
1. Aumento Pronunciado de la Resistencia Interna
A bajas temperaturas, el electrolito se vuelve más viscoso y la movilidad de los iones de litio disminuye.
Como resultado, la resistencia interna de la batería aumenta, provocando:
Caída más rápida del voltaje durante la descarga
Una reducción notable en la capacidad disponible
2. Mala aceptación de carga
Cargar una batería de litio a bajas temperaturas, especialmente por debajo de 0 °C, puede ser peligroso.
Cuando los iones de litio no pueden intercalarse en el ánodo con suficiente rapidez, pueden depositarse sobre la superficie del ánodo en forma de litio metálico, formando dendritas de litio.
Estas dendritas pueden perforar el separador, provocando cortocircuitos internos, fugas o incluso incendios, lo que lleva a daños irreversibles en la batería.
3. Reducción de la potencia de salida
La mayor resistencia interna impide que la batería entregue una alta corriente de salida.
Los dispositivos que requieren gran potencia instantánea, como los motores de arranque de vehículos o herramientas eléctricas, pueden parecer "débiles" o no arrancar bajo condiciones frías.
4. Pérdida aparente de capacidad
Es posible que note que los teléfonos u otros dispositivos pierden energía mucho más rápido al aire libre en climas fríos.
Esta "caída de capacidad" es temporal porque la baja temperatura solo suprime la actividad de la batería, sin dañar permanentemente su capacidad.
Una vez de regreso en un ambiente cálido, parte de la capacidad perdida se recupera.
Noticias Calientes2024-09-18
2024-12-25
2025-01-15
2025-09-30
2025-10-28
2025-10-30